El martes 29 de octubre, la comunidad del LAB celebró con entusiasmo el Día del Educador, tradición que reúne a estudiantes, docentes y personal en un espacio de agradecimiento y reconocimiento mutuo. Este día especial, característico en las instituciones salesianas, tiene como propósito valorar el compromiso y esfuerzo de cada integrante de la comunidad educativa, quienes día a día trabajan en beneficio de los estudiantes.
Las actividades comenzaron con el Buenos Días, donde los estudiantes de enseñanza básica ofrecieron un saludo especial a sus docenes. En un emotivo momento, un grupo de alumnos presentó una coreografía de “Color Esperanza” como muestra de cariño y aprecio hacia sus educadores, recibiendo cálidos aplausos de los presentes.
A continuación, en el patio de enseñanza media, el Centro de Estudiantes encabezó un saludo general en honor a los educadores, destacando la labor incansable y el compromiso de cada profesor en el desarrollo académico y personal de los estudiantes. Para marcar la ocasión, los representantes estudiantiles hicieron entrega de un obsequio a los funcionarios y educadores, en un gesto que reforzó el lazo de respeto y gratitud hacia quienes los guían en su aprendizaje.
La rectora del LAB, señora Marcela Yáñez, tomó también la palabra para expresar su aprecio y reconocimiento hacia el cuerpo docente y el personal de apoyo:
"Vaya un cariñoso saludo para cada uno de nuestros colegas, quienes sin pensarlo anteponen el bienestar de nuestros estudiantes y su aprendizaje. Me siento orgullosa del cuerpo de educadores con los que cuenta el LAB: somos más de 140 trabajadores que, desde sus distintos espacios, están al servicio de los niños y jóvenes de la zona sur de Santiago, y lo hacemos con alegría, orgullo y profunda gratitud”, reflexionó con emotividad.
Para cerrar la jornada, cada profesor jefe y otros docentes disfrutaron junto a sus cursos de un Compartir Fraterno. Durante esta instancia, los estudiantes aprovecharon para expresar su cariño a sus profesores con diversos detalles, obsequios y palabras de agradecimiento. Este cierre permitió fortalecer el sentido de comunidad y reforzó el vínculo de confianza y respeto que caracteriza al LAB.